La habitación era amplia, pero el ruido de la calle afectaba mi descanso.

La habitación era amplia y muy cómoda, perfecta para descansar. El desayuno tipo buffet ofrecía una gran variedad y los platos calientes se podían pedir en el momento, lo que me pareció ideal. Sin embargo, la insonorización no es la mejor, ya que se escuchan ruidos del exterior y las campanas, lo que puede ser molesto si buscas tranquilidad.

la decoración y tranquilidad invitan a descansar, pero las campanas son muy ruidosas.

La habitación era espaciosa con una cama increíble y el personal fue super amable. siempre dispuestos a ayudar. La ubicación es inmejorable, justo al lado de la catedral, ¡ideal para explorar el centro histórico! El desayuno tenía opciones frescas y deliciosas, pero podrían mejorar la comunicación sobre su servicio.

La insonorización de las habitaciones podría ser mejorada para garantizar un descanso más tranquilo.

La terraza es ideal para disfrutar de cócteles y vistas espectaculares. Las habitaciones son amplias y cuentan con un diseño clásico, ideales para relajarse. Gran atención al detalle que hace la estancia especial.

Solo había cuatro perchas y dos cápsulas de café. esperaba más lujo en un hotel tan caro. ¡Qué drama!

la piscina en la azotea tenía vistas impresionantes. aunque el desayuno era bastante limitado. la habitación era espaciosa y estaba bien equipada, y el personal era increíblemente atento! ! la ubicación, a un paso de la catedral, fue perfecta.

La terraza es un auténtico rincón de lujo en la ciudad. Disfrutar de cócteles y tapas con vistas a la majestuosa catedral fue como tener una película romántica en mi propio balcón, mientras el sol se ponía. La habitación era amplia, y el diseño clásico me hizo sentir como si estuviera viviendo en un cuento de hadas moderno.

Acceso al parking incómodo

gran atención y vista impresionante

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y con recomendaciones precisas para disfrutar de la ciudad. La habitación era amplia y muy cómoda, lo que garantizó un descanso reparador después de un día lleno de actividades. Además, la vista desde la azotea era espectacular, ideal para relajarse después de un día de exploración.

Sin embargo, el ruido exterior fue un inconveniente que afectó mi descanso.

seguro que volveré

La habitación era enorme, con sofá y balcón, súper cómoda. Tenía aire acondicionado, TV de pantalla plana y baño privado. El desayuno estaba genial, con zumo de naranja natural y productos locales. Además, el trato de Nadia en el restaurante fue espectacular, siempre con una sonrisa. La ubicación, justo al lado de la catedral, era perfecta para salir a pasear.

La estancia fue especial por la atención del personal, especialmente de Domingo en recepción. La azotea permite disfrutar de vistas, aunque las habitaciones no tienen buena insonorización. La ubicación frente a la catedral es buena, y la oferta gastronómica del restaurante promete variedad. Me encantó la idea de poder relajarme en la piscina de la azotea después de un día agitado.

La insonorización de las habitaciones es un problema. La limpieza se siente superficial en algunos lugares.

Excelente ubicación y terraza maravillosa

Disfruté mucho mi estancia, especialmente la terraza llamada 'La Azotea', donde tomamos algo con una vista impresionante a la Catedral de Almería. Además, la habitación era amplia y muy cómoda, lo que aseguraba un buen descanso. Sin embargo, debería mejorarse la limpieza, ya que noté que había algunas manchas en las paredes del baño.

Increíble, increíble, increíble.

Estuve en una habitación interior enorme y me encantó. La azotea tiene una piscina espectacular con vistas impresionantes de la ciudad. Y, sinceramente, el mejor detalle fue la atención de Cristina, ¡sus licuados son de otro mundo!

Lo puedo recomendar 😊❤️

La habitación Superior Doble ofreció espacio amplio y un colchón muy cómodo para descansar tras un largo día. El bar en la planta baja sorprendió con tapas generosas y sabrosas, perfectas para compartir y disfrutar entre amigos en un ambiente relajado.

El ruido exterior fue un problema, tal vez porque la ventana no aislaba bien y las campanas de la catedral se escuchaban constantemente, lo que perturbó el descanso. Además, había algunos desperfectos en las paredes y el suelo de la habitación, y las toallas eran de calidad mejorable. La situación del parking, aunque con un buen precio, resultó incómoda al estar ubicado enfrente y requerir acompañamiento para entrar y salir.